miércoles, 15 de agosto de 2018

Día 4 de agosto - Servicio

Comenzamos el día con una oración en torno al texto "Manos Unidas", de Pedro Casaldáliga. El día se dedica a la reflexión sobre el acompañamiento personal, de la mano de Mª Luz Ortega, que nos habla acerca de lo que significa y nos aporta claves para ser un buen acompañante y un buen acompañado. Terminamos la mañana con una dinámica por parejas, muy bien valorada por todos.
Comenzamos la tarde uniéndonos al rezo del rosario en la Cueva, como gesto mariano por ser sábado.
Seguidamente, se nos propone una peregrinación en distintos puntos clave de este lugar: en la Casina, recordamos los orígenes de nuestra vocación; las dificultades del camino, las reflexionamos ante las escaleras de subida a la Cueva; ante la Virgen, aprendimos de su silencio atento, buscando la fuerza en la oración para continuar el camino.


Atravesamos el túnel y, ante la Basílica, aprendimos a estar atentos a las necesidades de los que nos acompañan en el camino. Finalmente, oramos ante la imagen de Pedro Poveda en su capilla, reflexionando sobre nuestra misión personal en la Institución Teresiana.
Adelantamos la hora de la cena para, delante de la Santina en la Cueva, tener una oración de envío a nuestra realidad. Este fue un momento muy emotivo, y lleno de gratitud a lo vivido y a las personas que lo han hecho posible.
Finalmente, compartimos un rato de fiesta asturiana con sidra, dulces, música y baile.

Día 3 de agosto - Compromiso

Tras el desayuno, iniciamos el día con la invitación de la oración de la mañana: “Tú, sígueme”. El texto de Mateo vuelve a recordarnos: “Dad gratis lo que gratis habéis recibido”. Ser portadores de la Buena Noticia es llevar la paz, acoger y ser acogido. Con dulzura y mansedumbre, como nos sugiere Pedro Poveda.
A continuación, Guadalupe Peña nos propone, a través del taller “Tu garabato interior”, mirar hacia dentro para descubrir en nuestros trazos aspectos y cualidades que, de este modo, pueden brotar. Partimos del trabajo individual, luego lo hacemos por parejas y, finalmente, en grupo. Nos sorprende todo lo que descubrimos de nosotros mismos y del otro, y disfrutamos mucho, a pesar de las resistencias que descubrimos en nuestro interior, como comprobamos en la puesta en común final. En mitad de este trabajo asistimos a la Eucaristía de las 11 en la cueva de la Santina.



Después de comer y descansar un rato, nos citamos en la Casina, sede de la IT en Covadonga. Allí, las personas responsables de la acogida nos recordaron cómo llego Poveda a Covadonga, nos mostraron la casa y los objetos personales que allí se conservan, todo ello acompañado de anécdotas y emotivos recuerdos.


Nuestra oración de la tarde fue allí, rodeados del verde de las montañas y mirando a la Santina. Con una música suave fuimos entrando de nuevo en nuestro interior, y escuchamos la historia del ciego que, a pesar de no necesitar la luz, alumbra a los otros. ¿Cómo podemos alumbrar hoy desde la mirada de Poveda? La oración termina con un mensaje suyo para cada uno de nosotros. Para mí, “Ama de verdad, no de palabra”.
Tras un descanso y la cena, subimos a la capilla y allí, reposadamente, leemos el texto que Poveda escribió en 1909 para realizar la visita a la Santina, regalo del equipo al comenzar las jornadas.
Terminamos el día con una puesta en común en la que los participantes en el Camino de Santiago para jóvenes y en la Asamblea de Todas las Asociaciones de la IT compartieron sus impresiones y vivencias.
Sin duda, un día pleno.

Día 2 de agosto - Vocación

Me gustaría comenzar diciendo que éste fue un gran día de encuentro con Dios, con los otros y, sobre todo, con la naturaleza.
Para comenzar el día, se nos invitó en la oración de la mañana a preguntarnos a qué nos sentíamos llamados, y a fijarnos durante el día en encuentros, objetos, paisajes que pudieran ayudar a responder a esa pregunta.
Más tarde, salimos todo el grupo de Covadonga hacia los Lagos, muy bien acompañados por Diego y Gema que nos hicieron de guías por esos parajes tan bellos.
En cuanto al tiempo, estaba totalmente despejado, lo que en los lagos es una suerte, aunque tanto calor dificultó un poco nuestro caminar.
Por fin llegamos a uno de los lagos, y después de “discutir” con alguna vaca por el sitio, nos hicimos una foto grupal.


Fue un momento de comunidad muy bonito porque, a pesar de algunas dificultades, nos ayudamos entre todos para superarlas.
Por la tarde, ya a la vuelta, tuvimos un poco de tiempo libre, y sobre las seis fuimos a misa. Después de misa tuvimos un videofórum que despertó el espíritu crítico de todos los asistentes. Lo animó Rufino y nos puso tres cortes de película (dos antes de la cena y uno después de la oración de la noche).
Para finalizar el día, cerramos con una oración en la que se nos invitaba a caer en la cuenta de cuál es la vocación a la que cada uno ha sido llamado, y reconocerla.

Día 1 de agosto - Signos y señales


El día giró en torno LOS SIGNOS, LAS SEÑALES, LA MIRADA…
Comenzamos con una oración en la capilla, donde ya teníamos el Santísimo. Ambientada con dibujos de distintos tipos de señales, y la llamada de Samuel y el comentario de P. Poveda en torno a “Andad como conviene a la vocación con que habéis sido llamados”.


Mª Carmen Paniagua y Aurora nos presentaron LA MIRADA de P. Poveda en su etapa en Covadonga (1906 - 1913). Fuimos a misa a la cueva con la Santina, después hicimos una dinámica de pasear individualmente preguntándonos: ¿qué me llama la atención de la vida de P.Poveda en Covadonga? ¿a qué me invita? Después tuvimos un trabajo divididos en dos grupos, en los que pusimos en común las necesidades de nuestro entorno, que nos preocupan, y qué cosas necesitamos dejar a los pies de la Santina, finalizando la mañana con una puesta en común en la que cada uno pudo participar de forma individual.
Por la tarde tuvimos un taller dirigido por Fernando Melgar en el que nos invitaron a orar ante un cuadro: “El Señor lava los pies a Pedro”, del pintor alemán Sieguer Köder. Después de una introducción de la vida del autor, una vida complicada (campo de concentración en Francia, grabador y, por último, sacerdocio), nos desveló el cuadro. Es una imagen impactante de dos cuerpos entrelazados, el de Jesús, de espaldas, arrodillado, y el de Pedro, de frente, con una mano tiernamente apoyada en el hombro de Jesús y la segunda con gesto de frenar. Los pies de Pedro dentro de un barreño, y la cara de Jesús que sólo aparece reflejada en la superficie del agua del barreño. La composición, los símbolos y luz confiere al cuadro un efecto que no deja indiferente.


Fernando nos introdujo en el arte orar contemplando el cuadro. Jesús nos enseña a amar nuestros pies sucios de barro, nuestras zonas oscuras, sanándonos. En esa manera de amar es cuando aparece su rostro.
Después subimos a la basílica, donde Fernando nos hizo una presentación del templo neorrománico, construido a finales del siglo XIX, y terminando con la visita a la capilla de Pedro Poveda. Después subimos al quiosco del Hórreo, donde tuvimos el “momento sidrina”, compartiendo unos chorizos a la sidra con unos culines de la misma. Terminamos el día con la oración dando gracias proclamando con María el MAGNIFICAT.


Por último, cerramos el día con la fiesta de inicio de Jornadas, compartiendo de manera creativa los productos típicos. Hubo canciones, interpretaciones, baile, teatro… ¡de todo! y mucho dulce y buenos mostos. Muy buena juerga.

Día 31 de julio - Bienvenida



Cuando llegamos a Covadonga, nos fuimos instalando en la casa de Ejercicios de las monjas de las Hijas de Santa María del Sagrado Corazón. Durante la cena llegaron los últimos jornaleros.


A continuación, tuvimos un rato de oración en torno al lema de las Jornadas, “Dad gratis lo que gratis habéis recibido”. En ella compartimos nuestros deseos y nuestras alegrías en torno a la advocación de la Virgen que cada uno había enviado.


Después fuimos a la sala de reuniones, decorada con un ramo de lavanda de los jardines de los Negrales y una vela, símbolo de las Jornadas, con el lema de este año grabado. Nos sentamos en nuestros pupitres, y May nos fue presentando el libro que el equipo había editado para las Jornadas, con los horarios, el objetivo de cada día, espacio para notas, para las reflexiones… muy sugerente. Nos presentamos brevemente y todos a la cama.