Me gustaría comenzar diciendo que
éste fue un gran día de encuentro con Dios, con los otros y, sobre todo, con la
naturaleza.
Para comenzar el día, se nos
invitó en la oración de la mañana a preguntarnos a qué nos sentíamos llamados,
y a fijarnos durante el día en encuentros, objetos, paisajes que pudieran
ayudar a responder a esa pregunta.
Más tarde, salimos todo el grupo
de Covadonga hacia los Lagos, muy bien acompañados por Diego y Gema que nos
hicieron de guías por esos parajes tan bellos.
En cuanto al tiempo, estaba
totalmente despejado, lo que en los lagos es una suerte, aunque tanto calor
dificultó un poco nuestro caminar.
Por fin llegamos a uno de los
lagos, y después de “discutir” con alguna vaca por el sitio, nos hicimos una
foto grupal.
Fue un momento de comunidad muy
bonito porque, a pesar de algunas dificultades, nos ayudamos entre todos para
superarlas.
Por la tarde, ya a la vuelta,
tuvimos un poco de tiempo libre, y sobre las seis fuimos a misa. Después de
misa tuvimos un videofórum que despertó el espíritu crítico de todos los
asistentes. Lo animó Rufino y nos puso tres cortes de película (dos antes de la
cena y uno después de la oración de la noche).
Para finalizar el día, cerramos con una oración en la que se nos invitaba a caer en la cuenta de cuál es la vocación a la que cada uno ha sido llamado, y reconocerla.
Para finalizar el día, cerramos con una oración en la que se nos invitaba a caer en la cuenta de cuál es la vocación a la que cada uno ha sido llamado, y reconocerla.
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