Audacia
AUDACIA. Esa es la palabra que
nos ha guiado en el día de hoy. “¡Sed audaces! ¡No temáis!”, dice el lema de
las jornadas. Y para impulsarnos en esta misión de ser audaces, cantamos en la oración de la mañana Nada es imposible para Dios.
Adoración de madrugada
Y ahí íbamos todos, ya fuera
sobre ruedas, con bastón, en sandalias… No importaba cómo. Al marchar por esas
calles entiendes por qué era tan andariega Santa Teresa. Y es que el camino es
lugar de encuentro con los otros y con Dios. Se comparte vida, se intercambia
ayuda, se sufre el calor y se agradece el agua. En el camino se encontró Jesús
con sus discípulos; ¿por qué no con nosotros?
De hecho, y sin querer avanzar
acontecimientos, nos ha gustado tanto esto de caminar que puede que algunos de
nosotros nos demos otro paseo algún día de estos.
Y, para finalizar la mañana,
visita a la Residencia Miravalle, que ha sido oasis en medio del desierto. Allí
nos han presentado con mucho arte la bella iglesia de Santa María la Antigua,
visita altamente recomendada.
Por la tarde, tras una buena
siesta (pues algunos todavía estábamos cansados tras haber velado al Señor en
la capilla por turnos durante la noche), nos hemos dedicado a hacer mandalas,
en silencio, poniendo toda nuestra atención en, sencillamente, pintar. Al finalizar,
hemos podido expresar qué habíamos experimentado en ese rato.
Y después… ¡tarde libre! Turismo,
compras, descanso… Ávila ofrece muchas posibilidades, y las hemos aprovechado (también
los que han optado por quedarse en el seminario, viendo la película de Poveda).
Del menú, por si todavía no hemos
comentado nada, solo decir que está todo estupendo. Sí, soy de buen comer, pero
cuando las cosas se hacen bien, ¡hay que decirlas!
Por la noche hemos iniciado la
oración en la capilla y continuado con una procesión con velas encendidas para
apreciar la inmensidad del Amor de Dios en el cielo nocturno, estrellado.
Y antes de irnos a dormir, como
no podía ser menos, ¡velada! ¿Quién quiere ser millonario? Pues si quieres
serlo, tendrás que prepararte bien. ¿Sabes en qué calle nació Poveda? ¿Y el nombre de
su primera publicación en Covadonga? ¿Y cuánto costaba el alquiler de la cueva
donde vivía en Guadix? ¿Podrías decir a qué edad le pidió a Josefa Segovia
dirigir la academia de Jaén? ¿A qué país de Latinoamérica viajaron por primera
vez miembros de la IT? Pues aquí hemos estado, los equipos Santa Teresa, Poveda
y Josefa Segovia, intentando averiguar las respuestas a estas y otras muchas
preguntas. Digamos que… ¡todavía nos queda mucho por aprender!
Irene Gregorio
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