Comenzamos el día con una oración
en torno al texto "Manos Unidas",
de Pedro Casaldáliga. El día se dedica a la reflexión sobre el acompañamiento
personal, de la mano de Mª Luz Ortega, que nos habla acerca de lo que significa
y nos aporta claves para ser un buen acompañante y un buen acompañado.
Terminamos la mañana con una dinámica por parejas, muy bien valorada por todos.
Comenzamos la tarde uniéndonos al
rezo del rosario en la Cueva, como gesto mariano por ser sábado.
Seguidamente, se nos propone una
peregrinación en distintos puntos clave de este lugar: en la Casina, recordamos
los orígenes de nuestra vocación; las dificultades del camino, las
reflexionamos ante las escaleras de subida a la Cueva; ante la Virgen,
aprendimos de su silencio atento, buscando la fuerza en la oración para
continuar el camino.
Atravesamos el túnel y, ante la Basílica, aprendimos a estar atentos a las necesidades de los que nos acompañan en el camino. Finalmente, oramos ante la imagen de Pedro Poveda en su capilla, reflexionando sobre nuestra misión personal en la Institución Teresiana.
Adelantamos la hora de la cena
para, delante de la Santina en la Cueva, tener una oración de envío a nuestra
realidad. Este fue un momento muy emotivo, y lleno de gratitud a lo vivido y a
las personas que lo han hecho posible.
Finalmente, compartimos un rato de fiesta asturiana con sidra, dulces, música y baile.
Finalmente, compartimos un rato de fiesta asturiana con sidra, dulces, música y baile.